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Qu puedo decir yo?, la verdad que a m no me gusta recomendar mis propias obras, y esta no es la excepcin, es decir si tienen algo mejor que hacer que leer este libro pues hganlo y no desaprovechen el tiempo en esta obra. Por qu lo digo? Por una razn muy simple; yo escribo la poesa por una extraa costumbre es decir, cada vez que tengo a una bonita mujer enfrente de m, se despierta un loco poeta que llevo dentro y sin ms ni menos busco una hoja vctima de mi bolgrafo y plasmo ah la sensacin... por eso dentro de mis poemarios podemos apreciar una exagerada repeticin de palabras y vocablos, incluso tiendo a repetir ideas que solo estn maquilladas por palabras ms, palabras menos pero despus de todo lo anterior me dije a mi mismo: Gabriel porque no haces el intento de escribir un libro diferente, que no seas tan repetitivo y cursi; y que creen?, esto implicaba como primer estrategia el buscar otras musas... Ups!, Eso era o implicaba un cierto tinte de infidelidad, cranlo no era mi intencin, bueno cmo demonios le puedo hacer?, pues ya se (me dije a mi mismo otra vez) me voy a convertir en un ladrn de belleza, no s qu sea pero la infidelidad de la vista o ser ladrn de belleza?; pero en fin hice el intento para no pecar deleitndome con muchas mujeres o sensaciones, lo nico que haca era verlas por un segundo e imaginar una poesa entorno a esa presa del robo... pero como no soy ladrn de profesin utilizo la belleza de cada vctima y despus se las devuelvo, prcticamente intacta, el resultado? Un poema. Y ellas se enteraron del atraco del que fueron vctimas? Claro que no, es decir, ir y decirles que les robe un momento su belleza y escrib un poema en memoria de su caracterstica es como que ahora si cometer el delito de infiel. Bueno y despus de ms de muchos asaltos, logre mi objetivo?, pues no, la verdad tengo que reconocerlo; no el mejor de los poetas ni el mejor de los ladrones de belleza, soy solo un escritor a secas... tal vez mi consuelo es decir que con la intencin basta, pues este y todos mis libros anteriores son un homenaje a la belleza de la mujer, un agradecimiento literario a Dios por ese regalo tan bonito y celestial que nos dio: La Mujer.